viernes, 6 de febrero de 2015

EL MONOPOLIO TAURINO

           España es un país de pandereta ó eso dicen, el mundo del toro forma parte de esa pandereta materializándose en una sonaja más. A nivel nacional, vemos que en el servicio eléctrico se reparten ¿la clientela? entre dos grandes empresas. El mundo del toro, caracterizado siempre por sus triquiñuelas y "compadreos", no podía ser menos y también se reparten la clientela entre el señorito ganadero de turno y los toreros que están más vistos que el tebeo.

            Claro si hablamos en términos absolutos, es más sencillo el triunfo de los que están siempre lidiando y toreando, no me negará usted, Don señorito "ganaero" ó torero, que después de lidiar 30 festejos ó torear 100 corridas haya tardes para todo, pasar desapercibido, triunfos y fracasos. Eso es hablar en términos absolutos, si hablamos en términos relativos, hay ganaderos y toreros, que lidian ó torean un 90 % menos y si fracasan ... se le veta, y si triunfa ... también. A los que pagamos ,perdón, pagábamos por ver sus vergüenzas y sus miserias y sus intercambios de cromos, no nos queda ó quedaba otra, que valorar y enjuiciar lo que su monopolio nos permitía ver, propio de las dictaduras, negándonos acceder a otra fiesta más justa y pura que en tiempos la hizo grande. Su cobardía y su chulería y el desprecio con que manejan su modo de vida hace cada vez más denigrante ésta fiesta insostenible con argumentos respecto al toro.

              El repugnante negocio que se ha creado es sencillo:

                                       Empresario + ganadero + apoderado ... todo institucionalizado en la misma persona ... en las ferias gestionadas por éste adorable y respetado señor, lidia mi ganadería, mi torero y a quién deba favores. Si juntas tres ó cuatro más de éste calibre, resultan ferias como las que se van atisbando para abrir 2015.

            A base de repetir y repetir y repetir y repetir y repetir y repetir y repetir y repetir carteles de toreros y ganaderos, crean una única visión del negocio que es la que quieren implementar. El resultado es sencillo, un público adoctrinado que va a lucir palmito y a palmear cuanto ve, aunque sea levantar a un caballo derribado, qué maravilloso espectáculo. Y si sale algún torero ó ganadero que despunte ... desterrado al olvido, no vaya a ser que haga de menos a mi torero y destape su incapacidad profesional.

           Seamos listos y démosles donde más les duele, que es la pela. No renueven abonos no vayan a sus festejos corporativos, no financien sus triquiñuelas y que sean sus acólitos quienes los financien, ah no que esos no pagan ...

           

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